En el artículo de hoy vamos a hablar sobre las dietas y los planes de alimentación, ya que muchas veces tendemos a creer que estar a dieta es un régimen puntual, algo que es pasajero, que acarrea una connotación negativa de restricciones y pasar hambre, que en poco tiempo retomaremos de nuevo nuestra ‘’rutina’’… Y quizás en esta creencia hay un pequeño matiz, ya que nosotros creemos que se puede sustituir la palabra “dieta” por “plan de alimentación”, pero estamos equivocados.
Planificación de la alimentación dependiendo de tus objetivos
Dependiendo de los objetivos a los que deseemos llegar, podremos elaborar nuestra planificación ideal y por lo tanto abandonando el estigma que implica pasarlo mal, sin poder comer cosas que nos encantan o pasar hambre. Por el contrario, no debemos ser extremos en planificaciones fuera de competición, es decir, que resulten excesivamente duras para nosotros, ya que podría ser malo para nuestra salud, de esta forma es recomendable huir de las personas que manden hacer este tipo de opciones.
Tu salud es lo más importante
Antes de elegir un profesional, debes hablar con él, sentir que hay sintonía con la otra persona, es importante que te sientas cómodo con él o ella, que atienda tus exigencias y alguien con quien, gradualmente, vayas adaptando unos nuevos hábitos alimenticios. Recuerda que los profesionales están para velar por tu salud, principalmente. Si haces una planificación y al final te perjudica, no tiene sentido haberla empezado.
Constancia y paciencia durante el plan alimenticio
Estos dos puntos son los más esenciales, deben ser el día a día. Organizarnos bien desde el principio es primordial, como ya sabemos, lo recomendable siempre es combinar una planificación alimenticia junto con el ejercicio físico, este binomio será ideal para conseguir los resultados que realmente estamos deseando. Es importante mantener la paciencia y la constancia, ya que hay veces que los resultados no son visibles en el periodo de tiempo que habríamos esperado, por eso nunca hay que rendirse.
Conceptos básicos en alimentación
La regla es muy sencilla, si gastas más calorías de las que consumes, bajarás de peso. Si las igualas, te mantendrás siempre en el mismo. Y, si gastas menos de las que consumes, subirás de peso. Parece sencillo, pero no siempre es fácil de asimilar. El gasto calórico deberá ser una obligación a la hora de elaborar un plan alimenticio, y como ninguna persona funciona de la misma manera, las planificaciones deberán cambiar, los alimentos y, sobre todo, las cantidades, ya que puede pasar que un alimento funcione para una persona, pero no para otra. Es importante preguntar al profesional que hayas elegido, en qué punto del proceso estás y qué planes hay que se ajusten a ti, sobretodo a corto plazo, ya que esto te ayudará a estructurar las sucesivas fases del plan alimenticio.
Imaginación y creatividad a la hora de cocinar
En un plan de alimentación, la clave está en el uso de los alimentos, en el ingenio que uses para combinarlos y dar lo mejor de ellos, en las recetas que hagas con los mismos ingredientes que aparecen en el plan. Por ejemplo: tienes ternera con verduras; en este caso podrías hacer un filete a la plancha con verduras salteadas, un calabacín relleno de ternera picada, o ¿por qué no una hamburguesa con tomate y pimiento a la plancha? Y así, podemos elegir mil opciones más, ya sabemos, que en la variedad está el gusto. Sólo necesitamos tener un poco de imaginación y aplicarla en algo que nos va a beneficiar. Ahí radica el secreto de la constancia: no te podrás aburrir nunca.
Otras opciones para tus recetas
Hoy en día existen numerosos productos que nos facilitan, a la hora de cocinar un alimento, poder enriquecer los platos, desde los aditivos de toda la vida, hasta los siropes y salsas de nueva tendencia, pasando por saborizantes líquidos o en polvo. Piensa que lo importante es rebajar las calorías al máximo, así que no hay excusas para renunciar a darle sabor a tus platos. Y recuerda, cuanta menos sal y azúcar eches a tus recetas, más saludables serán.
Los planes de alimentación son siempre trabajo de dos. El entrenador es el que se encargará de hacerte una planificación ajustada a tus necesidades y hacer las pertinentes revisiones periódicas para valorar cambios y ver qué es lo que falla o qué es lo que mejor funciona. Por otro lado, el cliente es el que se encargará de llevar en plan alimenticio sin excusas, cuanto más riguroso sea, mejores resultados obtendrá. Si el trabajo se hace al 50%, sin duda, habrá éxito, pero por esta razón sólo te recomendamos empezar un plan de alimentación si estás completamente seguro de que deseas hacerlo, ya que desde el momento que tengas una mínima duda, quizás aún no sea el momento más adecuado para iniciarlo.
Desde Y+D Training te animamos a que, si estás realmente preparado, empieces cuanto antes con tu plan alimenticio.